Al observar los tomates negros, también conocidos como tomates kumatos, no se dejen intimidar por su color y su extraño aspecto, estos tomates negros podrían tener un gran potencial de evitar muchas enfermedades. La fruta no es transgénica como producto resultante de la ingeniería genética. Esta es consecuencia de técnicas de selección, investigación y mezcla de diferentes variedades empleando métodos tradicionales y naturales. El tomate negro nació en el mediterráneo en la ciudad española de Almería en la década del 70.
Esta variedad de tomate posee
un alto contenido de antocianinas y licopenos, el primero es un antioxidante
que se cree, podría ayudar a combatir el cáncer, la diabetes o la obesidad. A
su vez el tomate negro presta ayuda a bajar los niveles de colesterol en el
organismo. Su tonalidad negra se debe a pigmentos en su piel que se desarrollan cuando se lo expone a la luz solar.
Para la cocina la textura del
tomate negro es crujiente, su sabor es dulce, jugoso y extremadamente
agradable. Sus precios son elevados por lo cual no es una fruta de consumo
masivo.
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